Antonio Molina de Hoces Castillo Hidalgo (Málaga, 9 de marzo de 1928–Madrid, 18 de marzo de 1992) fue un actor y cantante español de copla y flamenco, progenitor de la familia Molina. |
Existe controversia sobre su lugar de nacimiento, ya que algunos creen que nació en el barrio malacitano de Huelin, mientras que también se dice que nació en el municipio de Totalán, de donde procedían sus padres y abuelos.
Consiguió grabar su primer disco gracias a que en 1949 se presentó a un concurso de Radio España, en el que resultó ganador, lo que le permitió grabar cuatro canciones con la compañía discográfica La Voz de su Amo, la cual lo contrató también por tres años.
En 1953 protagonizó el largometraje El pescador de coplas, dando vida a un joven marinero al cual un empresario decide apoderar y llevar a Madrid para que triunfe en el mundo del cante. En esta cinta interpretó dos pasodobles que lo situaron en la cima de la popularidad; Yo quiero ser mataor y Adiós a España, la cual se convirtió en la canción del verano en 1954. Asimismo, llegó a ser el primer artista español en actuar en plazas de toros ante más de 10 000 personas.
Durante la década de los años 60 recorrió Europa, con éxito arrollador, en espectáculos donde también aparecía el guitarrista flamenco niño Ricardo, efectuando interpretaciones solistas con su guitarra.
Aunque triunfó en el mundo del cante, su gran pasión y sueño era ser torero, y así lo declaró en cierta ocasión:
No fui torero porque nunca tuve ocasión, aunque el valor creo que no me hubiese faltado’… ’Creo que esa es la pasión más grande que he tenido y tengo.
Nacido en Málaga, sus padres y hermanos mayores eran nativos y provenían de la cercana localidad de Totalán, donde durante su niñez y juventud pasaba largas temporadas junto a familiares y amigos. Dado su origen humilde, trabajó durante su infancia en oficios modestos, como repartidor de leche y porquero, aunque muy pronto se aficionó a la canción española.
Adolescencia
De joven, Antonio Molina era una persona inquieta y rebelde que se escapó de su casa en varias ocasiones, intentando llegar a Madrid, llegando la benemérita a devolverlo cada vez a su hogar, ya que era menor de edad, hasta que consiguió trabajo de camarero en un bar y se ensalzó en una aventura amorosa con la dueña, la cual abandonó a su marido por él y acabaron fugándose ambos a Madrid, donde convivieron un tiempo hasta que se cansó de ser mantenido y pudo colocarse a trabajar en una tapicería.
Habiendo ya terminado el servicio militar y estando cierto día en un bar, canturreando, conoció al maestro de cante flamenco granadino José María Legaza Puchol, quien le dio las primeras clases de canto y le escribió la letra de las cuatro canciones que posteriormente grabó en su primer disco.
Tras ganar un concurso para noveles que convocó Radio España en 1949, consiguió grabar un disco con temas como El agua del avellano o El macetero, el cual dio también título a un cortometraje que protagonizó en 1952, bajo la dirección de José H. Gan, que consistió en su primer contacto con el cine.
Debut profesional
En 1952 debutó en el teatro Fuencarral con el espectáculo Así es mi cante. La difusión radiofónica de sus canciones lo condujo rápidamente al éxito, y su peculiar estilo, con una voz cristalina y un falsete inconfundible, gozó de gran aceptación por parte del público.
En ese mismo año, se casó con Ángela Tejedor, con la que llegó a tener ocho hijos. Entre ellos Ángela, Paula, Miguel, Mónica y Noel, también dedicados a la interpretación y a la música. Su nieta Olivia Molina es igualmente actriz.
En 1954 creó su propio espectáculo, Hechizo, con el que debutó en el teatro Calderón. Asimismo, protagonizó varias películas hasta 1965, entre ellas El pescador de coplas, Esa voz es una mina y El Cristo de los Faroles. En Café de Chinitas y Puente de coplas coincidió con Rafael Farina.
Su canción más recordada es Soy minero, pero su amplísimo repertorio se compone de otros éxitos como Adiós a España, Soy un pobre presidiario, ¡Ay mi Málaga!, Cocinero, cocinero, María de los Remedios, Ángela del alma mía o Yo quiero ser mataor, canciones de la post guerra que enaltecían los oficios humildes y honrados, y valorizaban la figura masculina reflejando sus estereotipos en la época franquista, especialmente en los de clase baja, con modelos emblemáticos que los incitaban a trabajar con hombría y valor.
En 1986 regresó a los escenarios. En 1990 recibió junto a otros compañeros como Juan Valderrama un preciado Disco de Platino en reconocimiento a su trayectoria artística.
Tuvo la satisfacción de que su hija Ángela cantara en el cine varias coplas del repertorio popular en Las cosas del querer, de Jaime Chávarri.
Muerte
En 1989 se vio obligado a abandonar el mundo del espectáculo al diagnosticársele una fibrosis pulmonar, que se agravaría hasta su muerte en 1992. Su despedida se convirtió en una multitudinaria muestra de afecto popular.
Fue enterrado en el cementerio de Fuencarral (Madrid).
Una estatua del artista, obra del escultor Santiago de Santiago, preside desde 2002 una céntrica plaza malagueña, inaugurada con ocasión del décimo aniversario de su muerte en un emotivo homenaje que reunió a la familia Molina prácticamente al completo.
Homenajes
En 2011, su hijo Miguel junto al cantante Rafa Garcel, un imitador de Antonio, estrenaron una obra en el coliseo municipal de Madrid llamada Teatro Cervantes; un espectáculo multidisciplinar con cante, baile e imágenes, que posteriormente marchó de gira por la geografía española y por América.
En 2012 sus hijos Mónica y Noel publicaron el disco-homenaje Mar blanca, en el que actualizan e interpretan algunas de las canciones más representativas de Antonio Molina.
En Totalán, se inauguró en 2017 una escultura en homenaje realizada por el escultor Jaime Pimentel.
Canciones
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