De 1917 a 1920, vivió en el exilio con su familia, después de que su padre, Constantino I, tuviera que abdicar por sus simpatías pro alemanas. Volvió a vivir en el exilio a partir de 1923, tras la segunda abdicación de su padre por la derrota griega en la guerra con Turquía, y el fracasado intento de golpe militar monárquico que conducirá a la proclamación de la Segunda República Helénica en marzo de 1924.
Su padre murió en Italia a finales de 1923, y su hermano mayor, Jorge II de Grecia, fue llamado a reinar en 1935, después de que un golpe militar monárquico acabara con la república.
Durante una visita a su hermana Elena que vivía en Alemania 1935 , conoció a Federica de Hannover, ambos se enamoraron , los padres de ella la reservaban para un noble alemán, por eso inicialmente no aceptaron , mantuvieron su relación en secreto, pero al final consiguieron casarse.
Fue un matrimonio por amor, se amaron mucho, hasta que la muerte los separó.
Ella era prima segunda por parte de la familia real danesa y a su vez hija de su prima hermana, la princesa Victoria Luisa de Prusia.
En 1935, se restauró nuevamente la Monarquía en Grecia, Pablo volvió con su hermano Jorge a Grecia, ya era sabido que Pablo sería el heredero al trono , el matrimonio de Jorge con la princesa rumana Isabel, hermana del Rey Carol, fue un desastre, la esterilidad del Rey el fin del matrimonio.
El Príncipe Pablo acompaña en la triunfal entrada en Atenas a su hermano Jorge. De nuevo regresa a la carrera militar. Ingresó nuevamente en el servicio activo de la marina como capitán de navío y obtuvo la graduación Teniente General del ejército y Comandante de aviación ( tenía amplios conocimientos en la mecánica de los motores de los aviones.)
Como príncipe heredero fue muy popular fomento el deporte entre los jóvenes, fundó el grupo de los exploradores, muy importante en época de falta de valores en la sociedad. Durante estos años también hizo los cursos de Oficial del Estado Mayor. Fue Capitán de Avenof el buque insignia de la armada griega, actualmente un museo flotante en Tesalónica, donde se exhiben fotos de esta época como capitán del buque.
Las relaciones del Príncipe Heredero y el Rey Jorge con el dictador Metaxas se ensombrecen, resultando distantes.
Durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial (de 1941 a 1946), al estar Grecia ocupada por las fuerzas del Eje, la familia real griega vivió en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), antes de trasladarse a El Cairo (Egipto) en 1944, desde donde su hermano el rey Jorge II radió diversos mensajes al pueblo heleno en apoyo al gobierno griego en el exilio.
Regresó a Grecia en septiembre de 1946 durante la Guerra civil griega, después de que los monárquicos ganaran las elecciones generales y que un plebiscito confirmase la restauración de la monarquía. Ocupó el trono en abril de 1947, tras la muerte de su hermano Jorge II.
CARRERA MILITAR
Una vez restaurado el trono, Pablo regreso a su carrera militar en la marina donde consiguió diplomarse.
Pablo volvía a su casa, pero esta vez ya no era el tercero en línea de sucesión, era el segundo. Retomó entonces nuevamente su carrera militar en la marina.
Política exterior
En los años 1950 Grecia se recuperó económicamente gracias al plan Marshall. Las relaciones diplomáticas y económicas con el exterior se vieron reforzadas por las frecuentes visitas de la familia real en el extranjero; Pablo I fue el primer monarca griego en visitar a un jefe de Estado turco. Sin embargo las relaciones con el Reino Unido se deterioraron por la cuestión de Chipre, que logró finalmente su independencia en 1960.
Pablo I murió al mes siguiente, el 6 de marzo de 1964, a las pocas semanas de haber sido operado de un cáncer de estómago. Fue sucedido por su hijo Constantino.
El 6 de marzo de 2014, sus familiares le rinden homenaje en Tatoi, en el cincuenta aniversario de su fallecimiento.
El cementerio de Tatoi, donde están enterrados los miembros de las familias reales griegas desde 1913, se encuentra en el bosque que rodea al palacio, un terreno de 4.000 hectáreas a los pies del monte Párnitha, y entre las tumbas se alza la capilla ortodoxa, llamada iglesia de la Resurrección.
Actualmente, la finca forma parte de la Red Natura y tiene la misma protección que la montaña Párnitha.
‘Yo estuve en el funeral del rey Pablo I de Grecia’
El 6 de marzo de 1964, este periodista era testigo de un funeral, un entierro en el seno de la familia real griega. Nada que ver con todos los entierros de personalidades como reyes, Balduino, Hussein, el conde de Barcelona, emperadores, Reza Pahlevi, reinas, Victoria Eugenia, princesas soberanas, Grace de Mónaco, dictadores, Franco, amén de Onassis, “el griego de oro”, a los que yo he asistido a lo largo de mi vida profesional. Quizá el más parecido fue el del rey Balduino.
Este jueves hará ya 50 años. Aquel día, miles de atenienses abarrotaban el trayecto entre el palacio real de Atenas y la catedral ortodoxa, donde tendría lugar el funeral por el rey Pablo I de Grecia, esposo de Federica y padre de la entonces princesa Sofía y donde ésta había contraído matrimonio con el príncipe Juan Carlos, el 14 de mayo de 1962. Habían de pasar todavía 11 años para que se convirtiera en reina consorte de España, cuando su madre ya no lo era de Grecia.
Don Juan Carlos y Doña Sofía se encontraban aquellos días en Saint Moritz, con Elena, que sólo tenía ocho semanas, cuando recibieron la noticia de que al rey Pablo se le había detectado un cáncer de estómago que exigía una operación de inmediato. Al igual que hicieron con Franco en El Pardo, se montó un quirófano en Tatoi. Desgraciadamente, el soberano duró muy poco. El día que murió se encontraba rodeado de toda su familia, rezando, mientras en el tocadiscos instalado en su dormitorio, se dejaba oír ‘La pasión según San Mateo’, de Bach. “Es lo más grande que se ha compuesto nunca. No quiero oír más que esto”.
Hoy recuerdo aquel cortejo fúnebre por las calles de Atenas, con toda la familia real, caminando a pie tras el féretro del rey Pablo. Las mujeres con traje negro. Eso sí, las casadas con un velo de gasa negra cubriéndole la cara, ese velo que en España llamamos pena y que Doña Sofía también llevaba en el entierro de su madre, sin alhajas ni adorno alguno.
La princesa Sofía, el príncipe Pedro, la princesa Irene, el príncipe Miguel de Grecia y el príncipe Juan Carlos de Borbón, tras el féretro del rey Pablo de Grecia. EFE |
Presidía el cortejo un jovencísimo rey Constantino, de tan sólo 24 años, quien, siguiendo la tradición de las casas reales ¡el rey ha muerto, viva el rey! había jurado como soberano en el momento mismo de la muerte de su padre: un hombre bueno, dominado por su esposa Federica. Era ella quien en realidad reinaba. Con sus polémicas memorias así lo demostró, incluyendo toda la correspondencia que mantuvo con los líderes de la época, Churchill o Marshall entre otros, sobre asuntos tan críticos y políticos como lo de Chipre. Mandaba tanto, tanto, que las cartas de estos líderes, dirigidas siempre a ella, finalizaban con los mejores deseos para Su Majestad el rey. –Fuente>>
Hijos
Con la princesa Federica de Hannover tuvo tres hijos:
- Sofía (1938- ). Reina de España, consorte del rey Juan Carlos I de España.
- Constantino (1940- ). Rey de los Helenos (1964-1974), casado con la princesa Ana María de Dinamarca.
- Irene (1942- ). Princesa de Grecia y Dinamarca. Permanece soltera.
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