Gaby era una niña rubia de delicadas facciones, dos años y medio antes, sus padres habían tenido un bello hijo David, quien había nacido completamente sano. Cuando Gaby llegó a casa, su hermano se puso en puntitas junto a la cuna para ver que regalo le habían traído. Mientras apartaba el velo de tul que la cubría, vio que la niña se hacía arco de la cabeza a los pies. Fue en ese momento que su madre descubrió al lado de David, algo totalmente desconocido para ambos: los espasmos de la parálisis cerebral.
Su diagnostico se conocería tiempo después como parálisis cerebral tetrapléjica grave de origen perinatal. Le impedía realizar cualquier movimiento o expresión en toda parte de su cuerpo a excepción de su pie izquierdo.
De muy pequeña cuando Gaby deseaba ir de un lugar a otro y no había nadie junto a ella, se arrastraba en el piso hasta sacarse ampollas en el cuerpo. Al cumplir 5 años llegó Florencia Morales Sánchez, una indígena mexicana analfabeta, que desde ese momento se convertiría en su nana, quien la protegería de todo y estaría con ella para siempre.
Con 8 años pudo ingresar a la primaria del centro de Rehabilitación Músculo Esquelético, el padre de Gaby, Miguel era muy culto con un alto nivel de educación, por ello la niña siempre recibió la mejor de las motivaciones para continuar estudiando. Como su pie izquierdo era la única parte que respondía las órdenes de su cerebro, fue el miembro que le ayudó a hacer sus tareas, a escribir, a repartir cariño y a comunicarse.
Cuando no estaba en el colegio, hacia las tareas y leía mucho, en 1964 ingresó a la secundaria, en donde encontraría a un excelente profesor de Lengua, un poeta que seguiría influyendo en el mundo intelectual de la joven. Desde ese momento Gaby dio inicio a su carrera de escritora al escribir sus primeros poemas que, al ser leídos por su madre, recibiría el aliciente necesario para seguir y no detenerse jamás.
Cuando estaba en la preparatoria su padre fallece, Gabriela se deprimió mucho por tal pérdida, su padre siempre le había dado todo el amor y cariño y era su guía en muchos aspectos de la existencia humana.
En 1977 se convirtió en madre adoptiva de una niña recién nacida a quien llamó Alma Florencia, por lo que su nana ya no sólo cuidaba de ella sino además de su hija lo que les impedía a ambas continuar con los estudios.Gaby seguía escribiendo y su madre recopilando esos escritos que también criticaba duramente, esta actitud le ayudó a comprender lo que la gran poeta y escritora Rosario Castellanos recomendaba para escribir bien, hay que ser claros y precisos; sin embargo era necesario complementarlos con algo de la propia autora. Por otro lado fue invitada para dar conferencias, asistir a congresos y crear talleres de lectura donde hacia hincapié en que con voluntad, tenacidad y optimismo se podían enfrentar y vencer los obstáculos que la vida nos trajera.
Seguía escribiendo y su madre se convirtió en su mejor crítica. En 1979 con ayuda de Elena Poniatowska editó su primer libro, su biografía. Ese mismo año conoció al cinesta Luis Mandoki, quien hizo posible mostrar al mundo entero la historia de su vida. Luego de la muerte de su madre, Gaby recopiló los cuentos que había escrito, historias acerca de mujeres que viven distintas situaciones, pero que tienen un mismo común denominador: la soledad y falta de alternativa.
Gabriela Brimmer fundó junto con otros amigos la Asociación para los Derechos de Personas con Alteraciones Motoras ADEPAM en 1989. En esta fundación se realizan trabajos de servicio social, médico, psicológico, fisioterapia, terapia ocupacional, alfabetización y se brindan actividades culturales y recreativas. El 25 de mayo de 199 asumió el cargo de vicepresidente de la mesa directiva de la confederación mexicana de limitados físicos y representantes de deficientes mentales A.C.
Gabriela Brimmer siempre estuvo consciente de sus limitaciones físicas, pero sabía que con sus pensamientos podía volar; a través de sus cuentos y poesías podía hablar y comunicarse con el mundo, sus manos no podían dar caricias, sin embargo pudo amar como mujer, como madre y como amiga.
- El presidente Zedillo develó placa y busto de Gaby Brimmer en el Centro de Rehabilitación Zapata del DIF.
- Anunció la creación del Premio Nacional de Rehabilitación Física o Mental y una Beca para Artistas y Escritores con Discapacidad.
- Las personas con discapacidad deben integrarse al desarrollo del país.
- Avances en el empleo de personas con discapacidad.
- Han demostrado ser tan responsables y cumplidores como el que más.
El presidente Ernesto Zedillo, acompañado de su esposa Nilda Patricia Velasco de Zedillo, develó una placa y el busto de Gaby Brimmer, destacada escritora mexicana, en el Centro de Rehabilitación Zapata del DIF, e impuso su nombre a este recinto de atención para pacientes de parálisis cerebral, al tiempo que anunció la creación del Premio Nacional de Rehabilitación Física o Mental y la Beca para Artistas o Escritores con Discapacidad.
El presidente Ernesto Zedillo, en el homenaje que se rindió a esta mujer que sufrió de parálisis cerebral pero vivió a plenitud como madre y fecunda escritora y poetisa, exhortó a redoblar el esfuerzo para que cada niño, cada niña, cada hombre y cada mujer con alguna discapacidad, puedan vivir con la plenitud con la que lo hizo Gaby Brimmer.
Se han logrado avances significativos, pero no estamos satisfechos. No podremos estarlo hasta que consigamos que las personas con discapacidad puedan integrarse totalmente a la vida social en todos sus aspectos: en el estudio, el trabajo y el esparcimiento, expuso el Mandatario mexicano.
Nos interesa mucho que los niños y las niñas con discapacidad asistan a las mismas escuelas que los demás niños, a las escuelas regulares, porque así podremos avanzar más en la cultura, de apoyo y de respeto a las personas que sufren discapacidades y así se ha estado haciendo, señaló el Jefe de la Nación.
Aseguró que hemos progresado en nuestro trabajo con las empresas y las oficinas para que den más empleo a personas con discapacidad, que han demostrado ser responsables y cumplidoras.
Son cada vez más los lugares que tienen accesos, que facilitan el movimiento de estos mexicanos y mexicanas que tienen los mismos derechos que los demás, abundó.
El presidente Zedillo evocó a Gaby Brimmer y dijo: “nunca olvidaremos su lección de valor, tenacidad y superación que nos dio con su vida y con su obra”. Por ello, este Centro de Rehabilitación en el que se atiende, principalmente, a niñas y niños que sufren, como ella sufrió, parálisis cerebral, llevará a partir de hoy su nombre.
Gaby tuvo que vivir encerrada en su cuerpo, pero no se resignó a ese destino, y consiguió que sus sentimientos, sus ideas y su voluntad salieran en sus palabras, señaló. “Porque Gaby tenía algo que era aún más grande que su enfermedad y sus limitaciones físicas: tenía una firme disciplina, una férrea voluntad y una gigantesca esperanza, tenía unas ganas enormes de vivir, de ser útil y de mejorar al mundo”.
El presidente Zedillo destacó el apoyo de la nana Florencia, así como el respaldo de sus padres, sus maestros y su hija Alma Florencia. Gaby tuvo las alegrías, preocupaciones y responsabilidades que una madre puede tener. También tuvo la solidaridad de sus compañeros de la Asociación para los Derechos de Personas con Alteraciones Motoras que ella fundó, añadió.
Por su parte, le escritora y asesora de la Secretaría de Turismo, Griselda Alvarez, recordó a Gaby Brimmer como un ejemplo formidable para cualquier ser humano.
Enseguida, leyó una párrafo de uno de sus libros donde expresa su preocupación por las guerras entre naciones e individuos.
Gaby Brimmer fue auténtica como su vida; completa porque conoció el amor y lo disfrutó porque supo de la angustia, de la pena y de la alegría, aseguró Grisela Alvarez.
Alma Florencia Brimmer, hija de la extinta escritora, recordó algunos pasajes de su vida al lado de su madre.
En esta ceremonia, el pianista y compositor Juan José Calatayud, interpretó la melodía “Mi Ciudad” del maestro Guadalupe Trigo, pieza que era de la preferencia de la homenajeada.
Gaby Brimmer fue reconocida por organizaciones civiles y gubernamentales debido a su fortaleza para superar las limitaciones de su parálisis cerebral y por haber actuado a favor de personas con alguna discapacidad. Autora de varios libros de poemas y cartas escritas en una máquina adaptada especialmente para ser accionada con el único miembro que podría controlar: su pie izquierdo.
Asistieron al evento los secretarios de Salud, José Antonio González Fernández; y de Educación Pública, Miguel Limón Rojas; los directores del IMSS, Genaro Borrego Estrada; del ISSSTE, Socorro Díaz Palacios; del DIF, Enrique Burgos García, y la señora Florencia Morales Sánchez, nana de Gaby Brimmer, así como niños y niñas con alguna discapacidad que se atienden en el Centro de Rehabilitación “Gaby Brimmer”.
Fuente:
El 3 de enero del año 2000, muere esta gran mujer y tenaz escritora, víctima de un paro cardiaco a la edad de 52 años. Falleció en su casa del antiguo barrio de San Ángel, al sur de la ciudad de México.
Fragmentos de poemas escritos por Gaby Brimmer
Quiero morir en un día de invierno
gris, feo, frío,
para no tener la tentación de seguir viviendo.
Moriré en esa época del año,…
porque de todo el mundo he recibido frío.
Quiero morir en invierno
para que los niños hagan sobre mi tumba
muñecos de nieve.
Algunos fragmentos de sus poemas:
“Me gustaría poder decir al final de mi vida,
que estuve agradecida de haber vivido
y luchado por una causa noble
como “la libertad del hombre”.
Yo que estoy encadenada a esta silla
yo que estoy presa dentro de un cuerpo
que no responde.
Haber amado al hijo y al amigo
Gaby Brimmer Fuente:
Gaby, una historia verdadera. Gaby, a True Story. La película
Gaby, una historia verdadera. Gaby, a True Story
Director: Luis Mandoki
Productor: Pinchas Perry
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