José Celestino Casal Álvarez, más conocido por su nombre artístico Tino Casal (Tudela Veguín, Asturias, 11 de febrero de 1950 – Madrid, 22 de septiembre de 1991), fue un cantante y compositor español de música pop dentro de las corrientes techno y New romantic.
Desarrolló también otras facetas, como productor de otros cantantes y también como pintor y escultor. Es una figura clave de la Movida madrileña, en la que destacó por sus audacias musicales y barroquismo visual. Fue el cantante solista español más famoso e innovador en la década de los 80 y hasta su pronta desaparición.
Inicios musicales
Tino Casal comenzó su carrera musical a los trece años de edad, en un grupo llamado Los Zafiros Negros.
En 1967 pasa a formar parte de Los Archiduques, sustituyendo al cantante principal por enfermedad. Con ese grupo grabó tres singles, discos de pequeño formato que (como era usual entonces) contenían dos canciones, una por cada cara: «No Le Ames»/»Lamento De Gaitas«, «Dimensión En Sol Mayor»/«Quiero Volar Muy Alto» y «Linda»/
Se separó del grupo al poco tiempo, y decidió marcharse a vivir a Londres por una temporada para cultivar otra de sus facetas, la pintura. En la capital británica tuvo su primer contacto con la corriente del glam rock, liderada por David Bowie.
En 1977 Tino Casal regresa a España, donde firma un contrato con la discográfica Philips. El sello buscaba en él al sustituto de cantantes melódicos desaparecidos como Nino Bravo o Bruno Lomas, y Casal edita dos sencillos de discreta acogida: «Olvidar, Recordar»/»Dam, Dam» y «Emborráchate»/»Besos, Caricias».
En esos años se presenta a diversos festivales musicales, y en 1978 participa en el Festival de Benidorm, donde queda segundo lugar a pesar de ganar varios galardones como «mejor cantante joven» o «mejor composición musical«.
Contrato discográfico con EMI
Tras romper con su sello, Casal vuelve a volcarse en la pintura hasta que en 1980 regresa a la música, produciendo los trabajos de grupos como Goma de Mascar o el primer grupo de heavy metal en España, Obús.
Interesados por su trabajo, la discográfica EMI le contrata en 1981. Con el nuevo contrato, Tino Casal obtiene una mayor libertad a la hora de trabajar, por lo que retoma su carrera como cantante.
En 1981 publica su primer disco en solitario, Neocasal, con grandes éxitos como «Champú de Huevo» (su primer número 1) o «Billy Boy», producido por Julián Ruiz. A pesar de que el trabajo no contó con el visto bueno de la crítica, Casal comenzó a cosechar seguidores.
TINO CASAL CON DURAN DURAN 1981 |
Por otro lado, continuó su carrera como productor con grupos como Video u Obús, y colaboró con artistas como Pedro Almodóvar, al que financió parte de las películas Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón y Laberinto de pasiones. En esta última película cedió elementos como su chaqueta roja, que en la cinta lleva puesta Imanol Arias.
En 1983 publica Etiqueta Negra, con el que Casal se consolida como cantante con éxitos como «Embrujada» o «Póker para un perdedor», es la primera ocasión en que cuenta con el teclista y arreglista Javier Losada, quien, a partir de ese momento, sería el músico de confianza en el estudio de grabación, y con el que lograría la mayor parte de sus éxitos. El disco logra buenas ventas, y el artista decide reeditarlo con nuevos temas.
ÁLBUM COMPLETO
Un año después lanza Hielo Rojo, del que se extrae su sencillo «Pánico en el edén», canción que obtuvo enorme resonancia por su uso en las transmisiones televisivas de la Vuelta ciclista a España.
El artista continúa realizando actuaciones y colaboraciones hasta que en 1985 sufre un esguince en medio de una gira. Desoyendo los consejos médicos, Tino prosigue con su gira durante dos meses más, automedicándose con antiinflamatorios y analgésicos, hasta que tiene que ser hospitalizado al borde de la muerte por causa de una necrosis. La larga convalecencia le obligó a permanecer en silla de ruedas durante varios meses.
Reaparición con Lágrimas de cocodrilo
Casal regresa en 1987 con un nuevo álbum grabado en los Estudios Doublewtronics de Madrid. Dicho trabajo, Lágrimas de cocodrilo, cuenta con distintas versiones de otros grupos y canciones propias. Estuvo producido por Julián Ruiz.
Su mayor éxito fue la grabación de la versión de «Eloise» (un clásico de 1968 cantado por Barry Ryan y compuesto por su hermano gemelo Paul Ryan, también versionado por The Damned en 1986), que llegó a ser número 1 en Los 40 Principales y se convirtió en uno de sus temas más emblemáticos. Este álbum fue el segundo más vendido en España en 1988, sólo por detrás de Descanso dominical de Mecano.
En octubre de 1989 lanzó su último disco en vida, Histeria, compuesto en su mayoría por versiones revisadas de temas de los años 1970.
Tras este lanzamiento, Casal se dedicó en sus últimos años a la pintura y la escultura, además de colaborar con otros artistas.
Preparaba el lanzamiento de su nuevo disco en 1992, con la intención de grabarlo en Tokio. Al año siguiente de su muerte apareció el recopilatorio Etiqueta Negra: Grandes Éxitos, que sería el único disco disponible hasta el año 2000.
ÁLBUM COMPLETO
ÚLTIMA aparición pública de Tino Casal
Muerte
Tino Casal falleció el 22 de septiembre de 1991 a los 41 años a causa de un accidente de tráfico en Madrid. Iba de copiloto en un Opel Corsa cuando éste por exceso de velocidad chocó contra una farola de la M-500, a 400 metros del Puente de los Franceses, siendo Casal la única víctima mortal al no llevar puesto el cinturón de seguridad. Fallece cuando era transportado al hospital por el helicóptero sanitario que acudió en su auxilio. El informe médico determinó su muerte como «rotura del músculo cardíaco causada por una de sus propias costillas».
La noticia causó gran conmoción en el panorama musical español. EMI reeditó un año después de manera póstuma su recopilatorio Etiqueta negra. En posteriores recopilatorios y trabajos Tino Casal ha sido versionado y homenajeado por artistas como Alaska, Marta Sánchez, Despistaos o Stravaganzza, entre otros.
Las dos mujeres de la vida de Tino Casal, el icono del pop español
24/09/2016 04:02
En el calendario del pop español siempre aparecerá marcado el 22 de septiembre como el día en el que perdió la vida Tino Casal. Y aunque ya hayan pasado 25 años de aquel trágico accidente, sus fans siguen llorando la desaparición del artista asturiano, que se produjo a las 7 de la mañana de un día como el pasado jueves, cuando el Opel Corsa blanco en el que se encontraba Tino colisionó contra una farola. El revés en el kilómetro 4,5 de la M-500 madrileña se saldó con la única muerte del intérprete de Eloise y Embrujada, que circulaba en el asiento del copiloto y sin cinturón de seguridad.
Así recuerda aquel fatídico día la periodista Paloma Aznar, conocida como Vampirella, que estuvo con el cantante horas antes de fallecer: «Fuimos al Stella, un bar de la calle Arlabán. Luego sé que se pasaron por el Max, un after, y que querían ir a Attica -mítica discoteca de la ruta del bakalao-, pero yo me fui antes para trabajar. Tino se quedó con [el pintor Antonio] Villa-Toro, su batería y otro chico». En la mañana en la que el pop español se quedó huérfano, decenas de amigos y artistas despidieron a Casal en la galería Tate Tate, en el centro de la capital.
Extrañó entonces la ausencia de su única novia oficial, Pepa Ojanguren, con quien el intérprete de Eloise estuvo unido sentimentalmente entre 1970 y 1983 con absoluta discreción. De hecho, apenas existe material gráfico de ambos en los medios. La última fotografía de la pareja la publicó la revista Semana, meses antes de que se produjera la ruptura, con unas palabras del cantante. «La conocí en Oviedo. Ella es profesora, licenciada en Filología inglesa, y reside en Asturias. Llevamos nuestra relación a nuestra manera, porque ninguno somos partidarios de convencionalismos«, declaró en junio del 83.
El éxito masivo de Embrujada, editado ese año, agitó la agenda de Casal y terminó resquebrajando su noviazgo con Ojanguren, quien ya confeccionaba vestuarios para espectáculos teatrales en su tierra natal. «Pepa fue fundamental en su imagen, junto con el diseñador Pepe Rubio. Ella le abrió puertas, porque tenía más bagaje y había viajado más a Londres», cuenta Paco Clavel a LOC. «Aunque ella estaba dando clases en Oviedo, acompañaba a Tino a mirar todo. En Londres compraban ropa», añade Fabio McNamara, quien define así esta relación. «No eran novios como de casarse, sino de salir y divertirse. Ella estaba en Asturias y cada uno tenía su vida».
Tras la ruptura, Ojanguren se desligó de la escena madrileña. Así terminó trabajando con el prestigioso director de escena Emilio Sagi en montajes que han llegado al Teatro Campoamor de Oviedo y al Teatro Real de Madrid. Reconocida por su profesión, la ahora figurinista huye de la memoria de Casal y se niega a hablar de él, tanto en los medios como en privado. Así lo sostiene Conchita, la hermana del artista: «Quiere pasar inadvertida, pero si convivieron 13 años… No puede ser… Son muchos recuerdos». Fuentes próximas informan a LOC que Pepa nunca se ha casado ni ha tenido hijos.
Tino encontró precisamente otro pilar en su hermana Conchita, cinco años mayor que él. «Me llamaba cuidarlo y mi madre delegó en mí. Siempre estábamos juntos», declara a LOC. «Desde muy críos los dos hacíamos teatro y él escribía la obra. Luego yo cantaba en un coro y se le caía la baba cuando venía a verme. Teníamos una unión muy especial y él despertó en el mundo de la música de esa manera», explica Conchita. Es la misma hermana, la segunda de las dos que tenía el artista, quien revela a este medio cómo la familia vivió sus inicios en la música: «Mi padre siempre intentaba convencerle para que lo dejara, pero él respondía que su camino era ése». Y así fue cuando el asturiano abandonó Los Archiduques, a quienes había puesto voz desde 1963, para viajar a Madrid y Londres, donde se codeó con Duran Duran y acuñó la excesiva estética new romantic. «En casa nos quedábamos un poquitín sobrecogidos, pero nos fuimos acostumbrando», recuerda su hermana.
Un bulo doloroso
Pero no todo fue tan mágico en la vida profesional de Tino Casal. En verano de 1985, sufrió un esguince en la pierna durante un concierto celebrado en Pachá Valencia. El cantante estuvo automedicándose con cortisona durante semanas y aquella lesión degeneró en una grave necrosis. Necesitó cinco operaciones en la clínica Asepeyo y casi dos años de hospitalización, mientras que algunos medios propagaron el bulo de que había contraído VIH. «Le ingresaron muchas veces: una vez se le reprodujo la infección, otra se le salió la prótesis del sitio… Tuvo bastantes percances», relata Conchita. «Pepa se acercó cuando estuvo grave. Hubo unos pequeños problemas en Madrid, pero los resolvimos. Luego ella hizo su vida», dice Conchita de Pepa.
También surgieron numerosas leyendas sobre la relación del asturiano con la Movida Madrileña, como que participó en la financiación de Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, el primer largometraje de Almodóvar. Lo único que hay confirmado es que no trataba con el manchego, sino con Fabio McNamara y las Costus, dúo compuesto por los pintores Enrique Naya y Juan José Carrero. «Tino era mayor que Alaska y toda esa gente. Es anterior a la Movida. Tenía más amigos pintores que en la música«, sostiene Paco Clavel. Además, McNamara comparte sus vivencias con LOC: «Cuando le conocí, yo no tenía nada. Me dijo que fuera a su apartamento de Santo Domingo -centro de la capital- y estuve un año. También viví en su casa de Paseo del Rey. Aunque yo volví con mis padres, tuve también llaves de su casa en Torre del Retiro y dormía muchas noches allí». Además de aclarar que lo suyo nunca sobrepasó los límites de la amistad, McNamara no se cansa de reivindicar al cantante: «Era el Leonardo Da Vinci de España. En la música, pintura y estilista, era súper avanzado». Todo ello se reflejará en la exposición que prepara el Museo del Traje de Madrid para el próximo 15 de noviembre: la muestra ‘Tino Casal. El arte por exceso’ reunirá 200 piezas de este icono irrepetible de la música española. FUENTE:
Una calle para Tino Casal
El municipio bautizará una vía con el nombre del artista de Veguín, que tiene una exposición temporal en Trascorrales
14.09.2014 | 05:33
E. VÉLEZ José Celestino Casal Álvarez, Tino Casal, tendrá una calle en Oviedo. Así lo anunció ayer el Alcalde tras la inauguración de la exposición «Renacimiento» en la plaza de Trascorrales; una retrospectiva de la faceta menos conocida del artista de Tudela Veguín, que no sólo es una figura clave de la movida madrileña como autor de grandes éxitos pop y tecno, sino que destacó en la pintura y la escultura. «Buscaremos la mejor forma de homenajear a un ovetense universal», afirmó Agustín Iglesias Caunedo en respuesta a las peticiones de los fans de Casal, que llevan años reivindicando una calle, una escultura e incluso un museo para el de Veguín.
El sillón y el bastón original de la portada del disco «Lágrimas de cocodrilo» reciben a los visitantes de la muestra de Trascorrales, que pueden contemplar una parte de la extensa producción pictórica y escultórica de Casal junto a varios de sus objetos fetiche: joyas, la guitarra del videoclip de «Eloise», los botines de «Bailar hasta morir», o dos discos de oro, entre otros,
La familia más cercana de Tino Casal -sus hermanas Concepción y María, y su primo Víctor Casal- asistieron a la inauguración de la exposición junto a la concejala de Cultura, Inmaculada González; el presidente del club de fans, Pep Navarro; y el artista, Antonio Villa-Toro, amigo íntimo de Tino Casal, que se ha ofrecido gratuitamente a hacerle una escultura para cederla a la ciudad: «Haría una obra realista, que enseñara a un Tino con toda su parafernalia puesta y un foco alumbrándole, igual que un príncipe».
Concepción Casal agradeció el interés del Ayuntamiento y de los seguidores de su hermano en homenajear «a un chaval de Veguín con una imaginación desbordante, que todo lo que tocaba lo convertía en oro, y que parecía que volaba».
El próximo domingo se cumplirán veintitrés años del fallecimiento de Tino Casal en un accidente de tráfico en Madrid a los 41 años y en la cúspide de su carrera artística.
FUENTE
“Nos educamos escuchando canciones en inglés sin enterarnos de nada. Ahora te das cuenta de que no era tan importante.” ― Tino Casal
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