Su obra más importante es la novela Cumbres Borrascosas (1847), considerada un clásico de la literatura inglesa fue publicada bajo el seudónimo masculino de Ellis Bell sorteando así las dificultades que tenían las mujeres del siglo XIX en el reconocimiento de su trabajo literario. La novela, considerada inicialmente como salvaje y burda por los críticos se reconoció con el tiempo la expresión más genuina, profunda y contenida del alma romántica inglesa y una de las obras más importantes de la época victoriana.
Emily nació en Thornton en Yorkshire, Inglaterra. Era la quinta de seis hermanos. En 1820 la familia se trasladó a Haworth, donde su padre llamado Patrick Brontë. fue nombrado párroco (anglicano).
Patrick Brontë |
La casa parroquial de Haworth, la casa de los Brontë, actualmente un museo (Brontë Parsonage Museum). |
Su madre murió el 21 de septiembre de 1821 y, en agosto de 1824, Charlotte y Emily fueron enviadas con sus hermanas mayores, María y Elizabeth, al colegio de Clergy Daughters, en Cowan Bridge (Lancashire), donde cayeron enfermas de tuberculosis.
En este colegio se inspiró Charlotte Brontë para describir el siniestro colegio Lowood que aparece en su novela Jane Eyre. María y Elizabeth volvieron enfermas a Haworth y murieron de tuberculosis en 1825. Por este motivo, y por las pésimas condiciones del colegio, la familia sacó a Charlotte y a Emily del internado.
Charlotte, Emily y Anne Brontë. |
Durante su infancia y tras la muerte de su madre, las tres hermanas Brontë, y Emily, junto a su hermano Branwell, inventaron un mundo de ficción formado por tres países imaginarios (Angria, Gondal y Glass Town) y solían jugar a inventarse historias ambientadas en él.
Fotografía de las hermanas Bronte. De izquierda a derecha Charlotte, Emily y Anne. |
Fotografía que se presume de Charlotte Brontë en 1854 |
Para divertirse entre ellas en aquel pueblo aislado, transformaron en su imaginación unos soldados de madera en personajes de una serie de historias que escribieron sobre el reino imaginario de Anglia, propiedad de Charlotte, y su hermano Branwell (1817-1848), y el de Gondal, que era el de Emily y Anne.
Se conservan un centenar de cuadernos escritos a mano, iniciados en 1829, de las crónicas de Anglia, pero ninguno de la saga de Gondal, iniciados en 1834, a excepción de algunos poemas de Emily.
En 1838, Emily empezó a trabajar como institutriz en Law Hill, cerca de Halifax. Más tarde, junto a su hermana Charlotte, fue alumna de un colegio privado en Bruselas, hasta que la muerte de su tía la hizo volver a Inglaterra. Emily se quedó a partir de entonces como administradora de la casa familiar.
La gran preocupación de sus últimos años fue el cuidado de Branwell, un hombre fracasado en la pintura, que había sido despedido del modesto empleo que había logrado en las oficinas del ferrocarril y expulsado de la escribanía de un tal Sr. Robinson por cortejar a su esposa.
La adicción a la bebida fue extrema en los últimos años a la que añadió el consumo indiscriminado del opio. Emily, considerada una persona severa, de temperamento intransigente y poco efusiva, le atendió hasta el final de sus días. Permanecía despierta hasta que Branwell, ebrio y desvariando regresaba al hogar, lo que ocurría con frecuencia a altas horas de la noche, para ayudarle a acostarse. Parece que muchas páginas de Cumbres borrascosas y algunos de sus poemas fueron escritos durante estas vigilias.
En 1846, Charlotte descubrió por casualidad las poesías que escribía su hermana Emily. Las tres hermanas Brontë decidieron entonces publicar un libro de poesía conjunto.
Diario de Emily Brontë, 26 de junio de 1837, mostrando su trabajo con Ana en la mesa en el comedor. |
En el tomo destacan especialmente las poesías de Emily a la que la crítica literaria ha considerado como una de las mejores poetisas de Inglaterra. Las de Anne, aunque no de tan alto nivel, son también superiores a las de Charlotte, cuyo talento era esencialmente novelesco. Sólo se vendieron dos ejemplares del libro, que pasó inadvertido; pero las Brontë no se desanimaron y decidieron escribir una novela cada una.
Anne Brontë (1820-1849) |
En 1846 Emily publicó Cumbres Borrascosas, una novela que se ha convertido en un clásico de la literatura inglesa victoriana a pesar de que inicialmente, debido a su innovadora estructura, desconcertó a los críticos.
Retrato de Emily pintado por su hermano Branwell. |
Al igual que la de sus hermanas, la salud de Emily fue siempre muy delicada. Murió el 19 de diciembre de 1848 de tuberculosis a los 30 años, tras haber contraído un resfriado en septiembre durante el funeral de su hermano. Fue enterrada en la iglesia de San Miguel de Todos los Santos en Haworth, West Yorkshire, Inglaterra.
Obras bajo seudónimos
Para evitar los prejuicios que recaían en la época sobre las mujeres escritoras las tres hermanas utilizaron seudónimos masculinos: Currer Bell, Ellis Bell y Acton Bell empleando cada hermana las iniciales de su nombre en ellos.
Las tres escribieron novelas con protagonistas femeninas independientes, valientes e inteligentes, que vivían historias de amor muy apasionadas. Sus historias y personajes que no eran muy bien vistos en su época, y si firmaba una mujer la censura era mayor. En una ocasión Charlotte Brontë mandó unos versos en busca de apoyo al poeta Robert Southey y recibió como toda respuesta lo siguiente: “La literatura no es asunto de mujeres y no debería serlo nunca”. No fue hasta que sus libros tuvieron éxito que Charlotte Brontë decidió descubrir su verdadera identidad.
Adaptaciones de Cumbres Borrascosas
Cumbres Borrascosas ha sido llevada varias veces al cine desde la época muda. La adaptación más valorada mundialmente es la que William Wyler dirigió en 1939 con Laurence Olivier, Merle Oberon y David Niven en los papeles protagonistas. Pese a ser, como todas, una versión parcial de la novela, la cinta consigue no traicionar el espíritu de la historia y resulta dramática, romántica y viva. En 1953, Luis Buñuel hizo una adaptación aún más fiel a la novela en México, donde los personajes no son tan seductores como en la versión de 1939. Además, no se preocupa por adaptarla al gusto de Hollywood, sino que rescata sobre todo el espíritu extremo de los personajes.
No hace ningún esfuerzo en hacer “querible” a Heatchcliff, porque lo quiere como lo expone Brontë: violento, burdo, inadaptado, resentido, y profundamente enamorado. No se esfuerza por dar a Catherine pinceladas de “humanidad”, porque la quiere como es: caprichosa, histérica, frágil, con los defectos de toda niña mimada y profundamente enamorada. Además, la brecha de la diferencia social entre ellos dos se hace más notoria.
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