En 1923, Aristóteles Onassis abandonó su país de origen en dirección a Argentina, donde relanzó el negocio familiar del tabaco. Durante los años siguientes, con los pocos ingresos que obtenía, se compraba ropa sofisticada para así aparentar ser un miembro de la alta sociedad. Convertido en millonario a finales de los años veinte, no sólo superó la crisis económica iniciada en 1929, sino que aprovechó la depresión mundial de los años treinta para comprar y construir a bajo precio buques de carga, con los que constituyó una flota consolidada y extendida en los años de la Segunda Guerra Mundial (1939-45). De esta manera, Onassis se fue convirtiendo poco a poco en uno de los hombres más ricos del mundo, adquiriendo también, más tarde, inmuebles, salas de espectáculos y hoteles, incluido el mítico Casino de Montecarlo (1953).
A pesar de que ambos estaban oficialmente casados, Onassis mantuvo un sonado affaire con la diva de la ópera también griega, María Callas pero la relación terminó cuando un Onassis deslumbrado dejó sin mayores miramientos a María Callas para casarse con Jackie Kennedy, viuda de John F. Kennedy, el 20 de octubre de 1968.
Onassis sumido en una depresión y además de ser excesivo fumador de puros, murió en Neuilly-sur-Seine, Francia, a causa de una neumonía a la edad de 69 años.
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